“Todo niño tiene derecho a ser educado por maestros capacitados, de sólida preparación general y profesional de espíritu recto y bondadoso”, dijo una vez el profesor Luis Beltrán Prieto. Y es que como tan importante es que estén capacitad@s, los maestros y maestras deben tener un espíritu amable y generoso pues esos niños y jóvenes con quienes comparten diariamente, al menos 5 horas, suelen convertirse en sus segundos hijos y en una suerte de familia, aunque sea cliché decirlo.
La calidad humana de los educadores es fundamental para establecer una relación sólida con los alumnos y que de esta manera se creen lazos que les permitan sentir confianza y buscar apoyo en los mismos.
Pero el éxito del estudiante va más allá de la motivación que reciban de sus maestros y de la inteligencia y aptitudes del niño, niña y/o adolescente, los padres y representantes tanto como educadores tienen un papel fundamental en su desarrollo académico y formativo.
Y es que la dinámica de la sociedad actual inundada de tecnología y con unos padres activos laboralmente ha dejado la responsabilidad de la educación de nuestros hijos, delegada exclusivamente a la institución, cuando no debe ser así.
Ante esta situación, la licenciada Audry Reyes, con 10 años de experiencia docente y miembro de Psicología Para Maestros, equipo interdisciplinario que crea espacios de aprendizaje para educadores, asevera que el problema radica en que se ha dejado de lado la esencia de la familia pues esta se ha visto afectada por las rutinas y no al revés.
“La comunicación entre los padres y maestros (o escuela) debe ser efectiva, asertiva y afectiva. La falta de alguno de estos y la evasión de las responsabilidades en uno de los actores condiciona el éxito del alumno no sólo a nivel cognitivo sino también de afecto, porque a través de este último se puede realmente conocer al niño y brindarle las herramientas necesarias para su desarrollo”.
En este sentido, Reyes recomienda al educador y a la institución involucrar a la familia en la dinámica escolar, ser creativos y mostrar interés por la individualidad de cada estudiante. Por su parte a los padres y representantes los invita a ser participativos, a conocer al docente e interactuar con sus hijos más allá del acompañamiento en las tareas.
Así pues sobre esto, la Fundación Paso a Paso cita un estudio de la Asociación Nacional de Psicólogos Escolares donde se concluye que “si se atiende a una comunicación efectiva entre la escuela y el hogar podremos tener niñ@s con mejores notas; actitud estudiantil más positiva; menor número de derivaciones a educación especial; merma en la tasa de deserción escolar; disminución de conductas de alto riesgo; mejor estado de ánimo entre los maestros; relaciones más cordiales entre la escuela y la comunidad; mayor apoyo de los padres a iniciativas y programas de la escuela; aumento en donaciones de insumos, materiales y servicios para la escuela; mejor opinión de los padres en relación con la escuela”, reseña el portal de la fundación .
En su experiencia
Yolanda Crespo: Lo que más me gusta es enseñar y compartir lo que yo he aprendido a mis niños
Soy docente del Centro de Educación Inicial Inavi, con 7 años de experiencia. Con el pasar de los años muchas cosas han cambiado en esta carrera, desde los métodos de enseñanza atendiendo las necesidades del niño y ajustándonos al cambio de la sociedad. Sin embargo, nuestro fin último es siempre el mismo: darles amor, comprensión, alegría a cada uno de los niños.
Lo que más me gusta de la carrera es enseñar y compartir lo que yo he aprendido a mis niños.
Una de nuestras luchas constantes como maestras es involucrar a los padres. Ya que tenemos muchos padres participativos como otros que hay que darles el empujoncito para que estén al pendiente de sus pequeños, No digo que ha sido una tarea fácil pero tan difícil tampoco, allí vamos siempre llevando adelante los valores.
Mariana Zavala: Son mis hijos durante todo un año.
7 años de experiencia, actualmente trabajo en la U.E Colegio Araguaney desde hace 4 años estoy allí.
-. ¿Una anécdota?- Diría que son muchas, cada niño es único y cada día ves y vives muchas cosas pero finalizar cada año es lo que más me marca, desprenderme de ellos, pues han sido mis hijos durante todo un año.
Acerca del binomio padres y escuela, considero que es fundamental, pienso que los padres deben tener más empatía con la labor docente, que nos vean como otros padres para sus hijos pues como ellos, también queremos que crezcan en valores, que aprendan a discernir entre lo que es bueno y lo que no.
Carla Crespo: en la escuela se aprende pero en casa se educa.
Tengo 4 años de experiencia actualmente trabajo en la U.E. Colegio Araguaney, donde he aprendido mucho de los niños y de mis colegas. Soy Docente especialista en el área cultural. Disfruto mucho de mi profesión porque puedo interactuar con todos los niños y conocerlos bien.
Una anécdota que más me ha marcado como docente, hasta ahora, fue ver la alegría de todos los estudiantes luego de finalizar un acto cultural donde ellos y sus padres quedaron totalmente encantados con lo realizado. Durante el mismo, una niña se me acerco y me dijo que había sido uno de sus mejores días, que le daba gracias a Dios porque yo fuese su maestra. Sin duda lo que me apasiona es poder enseñarles y es muy satisfactorio y bonito cuando ves los frutos.
A los padres les digo que el hogar es la primera escuela de sus hijos, es donde aprenden andar, hablar, es en casa donde se aprenden los primeros valores… En la escuela solo se refuerza lo que en casa ya han aprendido. Edúcalo tú también con mucho amor. Padres ustedes son los primeros maestros de sus hijos. La escuela pasa a ser su segundo hogar así que la conexión debe ser una sola el estar pendiente de lo más mínimo! ¡Porque recuerda que en la escuela se aprende pero en casa se educa!.