Para comenzar creo que sería una buena idea contarles de mi primer amor; hace aproximadamente tres años cuando recibí una invitación por parte de un amigo a un encuentro cristiano; se trataba de un fin de semana en el campo donde escucharía conferencias y pasaría un rato agradable, por lo que dije ¿por qué no?. No extenderé muchos detalles acerca de lo que sucedió en ése lugar; sólo les diré que el primero que me amó verdaderamente fue Jesús el hijo de Dios, cuando comprendí esta verdad y acepté su amor, decidí entregarle mi vida por completo (les confiezo que no sabía en lo que me estaba metiendo) pues… allí comenzó mi historia de amor, mi primer amor; Jesús, la primera vez que esa palabra «amor» tomó sentido en mi vida y llenó cada vacío de mi alma; ustedes dirán yo creía que se trataba de su historia de amor, les cuento que si yo no hubiera conocido el amor de Dios, nunca hubiera conocido el verdadero amor.
Volviendo al encuentro, cuando éste termino y yo me disponía a subir el bus que nos llevaría de regreso, vi un lugar donde había dos puestos vacíos y en mi mente dije «Señor sienta aquí a una persona que tenga una palabra para mi» , no habiendo terminado de decir esto, subió al bus un joven que se sentó justo en el asiento de al lado, él era servidor del encuentro aunque sinceramente no le había prestado gran atención (ni me había percatado de que estaba en ese lugar). Se presentó e íbamos por todo el camino conversando acerca de lo maravilloso que fue todo; en mi corazón se había encendido una llama que nada podría apagar; casi llegando a punto fijo el jóven toma una actitud de seriedad y me dice mirándome a los ojos, «yo sé que en éste momento sientes que puedes comerte al mundo, pero durante tu caminar tendrás momentos muy difíciles, pero debes confiar en Dios, a los que le aman todo les ayuda a bien; y agregó: yo seré tu amigo y estaré allí en esos momentos». Extrañas palabras viniendo de una persona que acababa de conocer… ¿no?.
Les cuento que éste joven, mi nuevo «amigo» casi ni hablaba conmigo, se limitaba a saludar y despedirse cuando nos veíamos en la iglesia; él tenía sus cosas que hacer y yo las mías y pronto olvidé todo el asunto de la conversación en el bus. Rápidamente comencé a apasionarme por trabajar en la obra de Dios, paralelamente en mi vida era estudiante de medicina y como si esto no fuera suficiente para mantener mi mente ocupada, comencé a asumir más responsabilidades. ¿Recuerdan al joven del bus? Para hacerles la historia larga-corta omitiendo muchos detalles, cuando mi vida estaba a nada de colapsar al borde de querer tirar la toalla extrañamente sólo quería que el me aconsejara, no quería hablar con nadie mas, y así fue; pronto se convirtió en uno de mis mejores amigos, junto con dos chicas mas y otro joven que era muy gracioso. Ciertamente comenzó a cumplirse ésa palabra que me dijo en aquel bus aunque yo no me daba cuenta.
Adelantándonos muchos meses y detalles y para no aburrirles me iré al que yo creía sería el momento más duro de mi vida, había terminado mi época de pre-clínicas y debía irme a un hospital a comenzar mis pasantías, un día en la noche, recibí la noticia de que debía irme a otro lugar a hacer mis pasantías porque en los hospitales donde yo vivía no había cupo, quizá a ustedes no les suene tan mal e inclusive a mi en estos momentos me parece una tontería; pero, en ése momento sentía que mi mundo se desmoronaba sin embargo no quise contarle a nadie. A los pocos días fui a una boda de unos amigos de la iglesia, la boda estaba muy hermosa y yo sólo quería irme a mi casa a llorar, pues se acercaba el día de irme. Y adivinen quién estaba en ésa boda… ¡exacto! mi nuevo amigo, que ya era uno de mis mejores amigos; el cual me llamó aparte y me hizo contarle que me sucedía aunque insistiera en decirle que estaba excelentemente bien con una sonrisa algo falsa en mi cara. Estaba tan a punto de llorar que no le permití abrazarme y justo llegó mi otro amigo a decirme (sin saber ni siquiera de lo que hablábamos) «levántate, sonríe y disfruta Dios estará contigo y te bendecirá donde quiera que vayas» que maravilloso actúa Dios ¿verdad?.
Unos días antes de irme, en un servicio del domingo, comencé a notar que mi amigo actuaba un tanto extraño conmigo, me veía de manera diferente y aún su trato era diferente, lo cual me llevó a pensar que yo le gustaba, les confieso que aunque siempre me pareció alguien simpático nunca me fije en él de manera romántica; por lo que casi, casi entré en pánico jajajajaja los días siguientes me dispuse a bromearle de manera que me hiciera saber si realmente estaba actuando extraño o eran mis ideas. Ciertamente un día, despidiéndose, me dijo «Joselyn, te quiero» lo que no era extraño para mi pues era mi amigo; con lo mismo le respondí «yo también, me tengo que ir» lo siguiente fue que me tomó del brazo y mirándome a los ojos me dijo «te quiero, en serio» me sonrojé un poco pero seguí mi camino sin pensar mucho en ello (claro que me quiere, es mi amigo). El domingo siguiente, al terminar el servicio me llamó aparte porque necesitaba hablar conmigo, ése domingo éra especialmente triste porque justo ése día viajaría, él estaba muy nervioso pero nuevamente debía irme, y sólo me dijo «te quería pedir que fueras mi mejor amiga» yo extrañada le dije «si, está bien» y me fui, no entendía mucho en mi mente dije (no creo que se necesite pedir algo así) pero como tenía otras cosas que pensar no le di muchas vueltas al asunto.
Las semanas siguientes se convirtió no sólo en mi amigo, sino en mi apoyo y me brindaba mucho consuelo cuando me encontraba triste, las semanas que no podía viajar por tener guardias o estudiar, él me llamaba y me contaba todo lo que estaba sucediendo por allá; comenzó a irme a despedir al terminal los fin de semanas que viajaba y debía regresar y poco a poco paso de ser de mi mejor amigo a una persona indispensable para mi, quería hablar con el todos los días y ansiaba regresar para verle. Casi sin darme cuenta comencé a enamorarme profundamente de él… pasaron los días y con un poco de temor en la voz nos confesamos que ambos nos gustábamos y nos volvimos novios, proponiéndonos a tener una relación «pase lo que pase siempre estaré contigo» prometió, añadiendo: ¿recuerdas aquel día que salías del encuentro? te dije que estaría allí y aquí estoy, y aquí estaré; y así pasó… durante todo éste tiempo hemos pasado juntos altas, bajas y muy muy bajas hasta que llegó el día mas esperado y temido por toda mujer, convocó una cena en mi casa, con mi mamá y sus líderes y… ¡¡¡pidió mi mano en matrimonio!!!.
Actualmente esperamos el tiempo de casarnos, y seguir venciendo obstáculos tomados de la mano de Dios, juntos contra el mundo.
Ésa amigos es mi historia, la historia de mi primer amor, por medio del cual conocí a mi amado, Dios la creó, yo solo la escribí. Espero les agrade y les confieso, en la vida pasamos por muchas situaciones, algunas muy fuertes, y decepciones muy grandes, mas sin embargo «para los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien». Mi primer y más grande amor, el protagonista de ésta historia; Dios, sin el cual yo no sabría ni siquiera lo que es Él amor real.